“Si te empiezo a decir todo lo que se hace con la fibra del banano, no termino…”, dice Renata Montesinos, una beneficiaria del proyecto Impulsando la Autonomía Económica y la participación de las mujeres en la provincia Valverde, que ejecuta el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), la Agencia de Desarrollo Económico Local de Valverde (ADELVA), con apoyo financiero de la Fundación Popular.
Valverde, una provincia del noroeste de República Dominicana, se destaca por la producción y exportación de bananos para consumo local y la generación de 15,000 empleos directos en la provincia[1]. Sin embargo, el número de mujeres productoras de banano con fincas es muy limitado y poco significativo en particular en los municipios Laguna Salada y Esperanza.[2]
Lo que algunas personas no saben es que los desechos de la fibra de banano también son aprovechables para generar ingresos al ser transformados en artesanía para ser vendida por Renata y Gertrudis, dos de las 733 mujeres beneficiarias del proyecto.
Estas mujeres, ambas madres de familia, se sienten realizadas con esta iniciativa que les ha enseñado a ser productivas “independientemente de la edad” según Gertrudis Santiago, de 68 años.

Tres días es el tiempo que lleva convertir la fibra del tallo y la cáscara del banano en carteras, sombreros, cuadros, pulseras, collares, floreros, flores, entre otras artesanías. “Solamente hace falta el deseo de aprender y confiar en que se puede”, dice Gertrudis.
Si bien el proyecto Autonomía Económica enfatiza el empoderamiento de las mujeres, ha incluido la participación de hombres en las 38 jornadas de sensibilización y las 13 capacitaciones en temas de emprendimiento, generación de ideas, rentabilidad, participación femenina, y estrategia de ventas realizadas, que benefició a más de 1,500 personas en 2016.
“Si en un día tú vendes tres piezas puedes tener una ganancia de 3,000 pesos aproximadamente; aunque a veces no cobramos lo justo”. Sin embargo, “más allá de lo económico, está la satisfacción de obtener ingresos producto del propio trabajo”, coinciden Renata y Gertrudis.
En República Dominicana el sector artesanal es fuente de ingresos para más de 6,000 familias que mueven alrededor de 312 millones de dólares anuales. Sin embargo, de 6,300 personas que trabajan la artesanía solamente el 20% son mujeres[3].
Tanto Renata como Gertrudis se encuentran en el rango de edad (40 y 67 años) de las mujeres que se han dedicado a diferentes emprendimientos en la provincia para generar ingresos familiares, según datos del Observatorio Mipymes.
Asimismo, “contar con el apoyo de mi pareja ha sido clave para continuar y pensar que esto no es un pasatiempo, sino un proyecto a largo plazo para obtener finanzas”, señala Renata.

[1] Mapeo de la situación de la autonomía económica de las mujeres en la provincia de Valverde, PNUD marzo 2016.
[2] Ídem.
[3] Programa Artesanía: Cultura y Desarrollo, el sector de la artesanía en República 2012, del Centro León.
Historia elaborada por: Carolina Acuña
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